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Opirwayrima – :
Reseña basada en una botella de finales de los noventa-comienzos del siglo XXI (Caron ya sacó otro perfume con este nombre en los años 30).
Pour une Femme (PUF en lo sucesivo) podría ser (no ya el complemento-contrapartida del legendario Pour Un Homme), sino un perfume casi sadiano.
La descripción del sitio oficial lo califica de perfume dulce, tierno, femenino, y no puedo estar más en desacuerdo. Sin duda es femenino, y se basa en una nota femenina por excelencia, la rosa búlgara o damascena, pero esta rosa no tiene nada de tierno. La otra nota prominente es el ámbar, pero tampoco es un ámbar dulce. Es dulce, sí, pero no al estilo de un postre o un caramelo, sino una dulzura amarga, balsámica, licorosa. No hay azúcar escarchado ni praliné de vainilla aquí. Como ya han dicho otras reseñas, no tiene nada de inocente.
Esto oficialmente. Porque para mi nariz, PUF (aunque no están listados entre los ingredientes oficiales) es un perfume de jara y de resinas. De hecho, tal vez sea (junto con Aromatics Elixir) uno de los perfumes con notas de jara más prominentes que he olido. Esa dulzura peculiar, amarga, pringosa, punzante, algo agresiva. Aparece el incienso, pero más que incienso de olíbano, con su frescor agudo e incisivo, es un benjuí untuoso y agridulce. La rosa de PUF es una rosa muy del estilo tocador antiguo, muy cosmética, y a la vez muy seca, con un punto indólico debido a la flor de azahar. No es una rosa prominente, pese a todo: ya he dicho que para mí, el ámbar y las resinas son los aromas predominantes.
PUF es un perfume bello, pero la suya es una belleza digamos impostada, artificial, de un duro glamour. Podría ser esa mujer de la que hablaba cierto escritor satírico romano, de la cual decía que su belleza residía en los frascos de su tocador, y que su rostro no dormía con ella. ¿Es esto algo bueno o algo malo? Para escritores cristianos como Tertuliano u Orígenes, que, con su prurito patriarcal, ven el maquillaje como algo malo, corruptor del comportamiento femenino, es algo malo. Para el decadentismo de un Baudelaire y su Elogio del maquillaje, es algo bueno (“lo natural es horrible”). Y yo creo que PUF apunta a esa dirección. A mí me hace pensar vagamente en la Hadály de La Eva futura, la autómata hecha de oro y plata, más bella de lo que ninguna mujer real podría serlo, y cuyas articulaciones estaban lubricadas con un aceite mezcla de rosas y ámbar (los ingredientes básicos de esta fragancia de Caron). En su descendiente cinematográfica, la María mecánica de la película Metrópolis, esa sirena artificial y fría capaz de hacer que los habitantes de la ciudad se mataran entre sí. En una feminidad absoluta, dura y dominante, de maquillaje acentuado pero perfecto, tacones altos, uñas largas pintadas de rojo y cuero negro. En una mujer fatal del cine policíaco.
El frasco podría estar sobre el tocador de una diva cinematográfica de los años 30 o 40.
Me gusta la publicidad, y creo que además resume muy bien lo que es el espíritu de esta fragancia. Especialmente porque soy de esas mujeres que están hartas de ver cómo el cuerpo femenino es objetualizado, cosificado, en las artes plásticas y medios de comunicación, hasta en la sociedad misma, es un cambio refrescante ver una aquí una inversión de roles. La mujer PUF no es elegida: es atrevida, dominante y sexual, sabe bien lo que quiere y es quien empuña el látigo y las riendas.
El principal problema con él es que lo veo poco llevable, como no sea para una ocasión formal o para una mujer muy femenina, pero muy fuerte y con mucho carácter. Sillage y duración excelentes.
131062 – :
Se trata de una fragancia contemporánea pero con reminiscencias de la vieja escuela.
Entrada picante de pimienta rosa combinada con chispeantes mandarinas y naranjas dulces.
En su lado floral, se perciben una rosas calentitas y especiadas en almíbar.
De fondo, un toque de rico sándalo, ahumado, cremoso y sensual. El carácter lo aportan vetiver y musgo de roble y almizcle y cedro evitan que se vuelva demasiado empalagosa.
Una fragancia cálida, luminosa y muy envolvente, justo para calentar el frío tiempo invernal.
Aroma femenino, cálido, rico y profundo, mejor nocturno y con un aire vintage francés.
Para ocasiones especiales y formales.
Su duración y estela es moderada, en mí de unas 8 horas.
Aunque no he podido tocar su frasco, pues tengo una muestra, me parece muy lindo, evocando la figura de una mujer. Un modernizado Youth Dew y más delicado y elegante que Jean Paul Gaultier. El tapón y atomizador se encuentran escondidos en la base de la figura.
La imagen que lo publicita es demasiado explícita para un perfume sensual, femenino y delicadamente seductor. Su contenido, una mujer abrazando el trasero de un desnudo varón, encarnaría más la evocación sexual y transgresora de los perfumes de Jean Paul Gaultier.
En fin, para gustos, los colores…
fei365speagoessenda – :
Esta interesante creación de la casa Caron, está destinada claramente, a despertar nuestro lado más instintivo. Ya desde su osada imagen publicitaria, su frasco curvilíneo y sus notas de incienso penetrantes, Pour une Femme nos susurra que no es un perfume inocente.
Hay algo que me gusta mucho y que encuentro adictivo a la hora de hablar de esta fragancia. Por momentos su aroma pareciera oler a la espuma de una cerveza muy dulce, o si no a veces parece un chicle de cereza y mango.
Es dulce de eso no me queda duda, y entre lo dulce también noto algunas chispas amargas. La rosa, la naranja y la mandarina están tan bien equilibradas, que parece que estamos hablando de 1 sola nota. El incienso y el sándalo es lo que le aporta misterio y seducción.
Es un perfume que no se parece en nada a los demás y que tiene su propia personalidad.