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artemtrykolych – :
Lo que no puede decirse es que Patchouli de Lorenzo Villoresi engañe a nadie: da exactamente lo que promete su nombre. Y lo que describe su pirámide aromática, que por cierto, me ha hecho reír al leerla: pachuli en la salida, pachuli en las notas de corazón y pachuli en la base.
Otra cosa bien distinta es cómo se presenta esta nota. Y lo hace, a mi juicio, de manera cruda, a caraperro, enfocado en su parte más balsámica, herbal, terrosa, y prescindiendo de los matices más animálicos o dulzones.
La salida puede chocar a muchos. Incluso a quien le guste el pachuli, pero esté acostumbrado a presentaciones más comerciales y digeribles. A mí me recuerda de entrada al olor de la pintura al óleo. Es pachuli puro y duro, muy similar a cómo huelen los aceites esenciales (que tienen todos un regusto verde, de sangre de la naturaleza), mentolado, rebosante de matices. Me gusta porque se nota una elaboración compleja, de mucha maestría para sacar todo el rendimiento posible a esta planta, que está siempre en primer plano.
El añadido de la lavanda y del sándalo potencian más aún el fondo boscoso y enigmático de este perfume, que podría considerarse lineal, pero no sencillo: da todo el rato vueltas en torno a la misma idea, exhibiendo sus destellos en una especie de carrusel temático.
Es un aroma de misterios ancestrales, una especie de humus esparcido entre los árboles, a esto huelen las cavernas prehistóricas, el aroma húmedo de una cagada del pleistoceno. Una mezcla de poción y bálsamo.
En definitiva, se trata de un perfume que puede resultarle difícil a mucha gente, de autor, muy personal y atrevido, casi obsesivo. Pero su estela es suave, y se mantiene no más de unas cinco horas. Aunque me da que puede deberse a que está más pensado para vestirlo con traje o ropa muy formal, para ahuecarse el cuello de la camisa y dejarlo escapar entre las prendas; yo lo he llevado en manga corta y quizá no era la situación.
Muy bueno.
kolochuk2 – :
En la búsqueda de la fragancia de patchouli que sustituya al zumo de polvos tang que hoy es Gentleman la semana pasada probé esta. No se parece en nada a mi amado Givenchy, pero me encantó catarla.
Es el patchouli más raro que he probado en mi vida. Un patchouli con regusto a sofá de cuero, tweed viejo y kanfort para zapatos, áspero, amargo, musgoso, turboso, alquitranado, seco y sin rastro alguno de dulzor. El perfume de un Casablanca o de una Luisa Casati, una fragancia expresionista, casi gótica, casi romántica, a medio camino entre Italia y Alemania, regia, insolente, decadente al estilo de una vieja villa en el campo echada a perder.
Al pulverizarla nada bonito te viene a la cabeza; una vaporada de un verdor alicorado y alquitranado casi vomitivo, el paladar se te queda anestesiado al igual que cuando hueles bergamota de la que pica bien. Una notoria lavanda se une a la fiesta hasta convertir el aroma en un revoltijo turbio y alcanforado con regusto a mata polillas, linimentos y brea. Es horrible. Y adictivo.
Lo curioso es que este es el tono que mantiene a la fragancia, sólo que al bajar volúmen te empieza a gustar. Y sin perderse, que no lo hace, en el secado aparece un aire mucho más amigable y terroso, menos astringente y antiséptico que la convierte en la versión perfumada de las bolsas de tierra para plantas de jardín. Podría ser la tierra rumana en la que entierran a Drácula cuando viaja a Londres en ataúd.
A medio camino entre el Old School 80’s, Al Capone, el dandismo decadente, Narciso Rodríguez for Him y la perfumería nicho disturbing. Un patchouli italiano con resabios de oud del más antipático. Para amantes de los perfumes con textura de lija.
irraziscatron – :
Muchas veces la ley de menos es más se cumple y este pachuli de Villoresi da fe de que esto es así.
La fragancia gira en su totalidad a esta bella nota de la perfumería, de apariencia monolítica, pero rica en matices, no deja de sorprenderme cada vez que la pulverizo sobre mis muñecas y pienso:
“Esto sí que huele espectacular, este pachuli sí que es una composición redonda, está perfectamente elaborado y además tiene la medida justa en su evolución sin aburrir, sin estridencias, ya que la riqueza cromática de la nota se recrea y se sobra por sí misma.
Comienza con unos matices cítricos no declarados y una lavanda sutil a la que se añaden notas especiadas, preparando el terreno del seductor pachuli, la sensación es cálida, terrosa, profunda, con cuerpo, que te lleva directamente a explorar la sensación de un montón de maderas de oriente, maderas acompañadas de toques balsámicos, dulces, facetas ahumadas, y un almizcle que realza aún más la estupenda redondez de la composición.
Me parece inspirador y siento como si el bosque latiera, como si respirara de una manera sutil, como si un suave apretón de tierra se instalara en mis fosas nasales y me ofreciera lo más poético de esa sensación de la nota.
Villoresi tiene buenas fragancias, pero ninguna ha seducido mis sentidos tanto como este “sencillo” y tan contundente Patchouli.
Calificación: 9.2
svetik.64 – :
Pachuli y vetiver muy terrosos y oscuros. Se siente algo el frescor mentolado del pachuli, pero aunque dé esa sensación de frescor, no es un perfume nada fresco ni para llevar en un clima caluroso, bajo mi opinión.
Me gustan los perfumes con pachuli, pero este es demasiado para mí. Me parece también un olor de corte clásico, de la vieja escuela.
La evolución es bastante lineal, pachuli y más pachuli. Quizá en el secado se endulza un poco, puede que el benjuí sea el responsable. Le da un olor como avainillado, pero muy suave, no destaca para nada.
Eso sí, la proyección y la duración son sobresalientes. Lo veo para usar en un clima frío y también creo que es más adecuado para gente madura, diría que de más de 30 años. Aunque ésto es solo es mi opinión. También lo clasifico como unisex, aunque es un perfume oscuro y opulento creo que una mujer lo puede llevar.