4 reviews for Kashaya Kenzo

1. 

   hide – 2022-06-06:

   4 out of 5

   Uno de los perfumes más empalagosos que he probado en mi vida. Y ojo, es un piropo. La verdad es que las fragancias de Kenzo eran la leche, da lo mismo que hicieran perfumazos que aguas más calmadas, siempre tenían un sello de cosa bien hecha con su correspondiente puntito exótico, puede que japonés o incluso a veces con este Kashaya (fue visto y no visto) indio… o más que indio la versión kitsch que se puede interpretar de ese país.
   Antes de este lanzamiento estaba Kenzo a secas, que era maravilloso (un perfume que me encantaría tener por puro placer) y Ca Sent Beu, un floral para diario también interesante. Posteriormente lanzaran la conocida línea Jungle, pero entre medias se les coló esta locura de la gran Sophia Grojsman, que como era de esperar llevaba melocotón y albaricoque, marca de la casa Grosjsman. Sophia nunca fue de medias tintas, era la reina del frutifloral alicorado noventero, pero aquí se puso las botas, yo creo que directamente se le fue la cabeza mezclando ingredientes.
   Kashaya es un locurón exuberante en el que costaba distinguir notas, como sucedía con muchos perfumes en esta época. Sólo que aquí todo era más exagerado. Además para mi gusto estaba muy desequilibrado, que también era parte de su gracia. Una bofetada ultra dulce de chabacano y durazno casi reventados, cariosos, repletos de almíbar, con consistencia de peta zetas chispeante nadando en notas orientales escandalosísimas más una tuberosa ultra pecaminosa. Una grosería de perfume. Muchas veces me he preguntado si su naturaleza nuclear fue la culpable de que no calara en el público, aunque lo dudo dado que en los primeros noventa todo era a lo grande.
   Si lo encontráis os recomiendo probarlo, es una curiosidad en la historia de la firma, se distancia de la línea más adulta y serena que llevaba marcada Kenzo para adentrarse de lleno en la extravagancia sin matices. Al olerlo es inevitable recordar esos recreativos de mis primeros noventa, llenos de muchachas con la melena ladeada, labios perfilados, levi’s 501 de tiro alto, bombers negras y un cigarrillo Fortuna colgando del labio. Un pedacito de historia embotellado.
2. 

   medyzb – 2022-06-06:

   3 out of 5

   Este perfume de kenzo es creo de los mas dulces…dura mucho en la piel..una amiga mia lo usaba y me gustaba mucho..luego consegui una imitacion y era igual..la usaba en invierno..es una fragancia para el invierno creo yo ya q es bastante pesado..de los pocos extramadamente dulces que me agradan.
3. 

   telterus – 2022-06-06:

   4 out of 5

   Un perfume magnífico de la gran Sophia Grosman. Lamentablemente descontinuado y muy difícil de encontrar. Solo por casualidad encontré una botella de 125 ml del 96, sellada por ahí, y no resistí la tentación de agregarlo a mi colección.
   Kashaya es un perfume bello, dulce, frutal y con leves notas picantes y especiadas. En su secado muy similar a Sun moon stars de Karl Lagerfeld; con una onda muy noventera, al igual que otros grandes como In love again, hypnotic poison, chance, Edén, Acqua de Gio o Chloe Inocense, Kashaya inaugurará la nueva moda de una perfumería que explotaría con fuerza durante el 2000; perfumes multiflorales, frutales y especiados; con presencia cautivadora y olores a rocíos de mañanas cálidas. Fórmulas de estructuras complejas y aromas delicados diáfanos y muy naif.
   Piña, durazno, mandarina, vainilla y benjuí, matizadas tímidamente por el cedro, son las notas que de mayor manera percibo en este perfume y, aunque no están dentro de sus ingredientes, le siento un leve dejo a pimienta rosa y canela. Pero es una percepción muy sutil y personal.
   Si alguien lo encuentra por ahí, cómprelo. Es digno de estar en cualquier colección.
   Estela media a baja y duración por sobre las 4.
   Como el amor eterno, que es el significado de Kashaya en sánscrito, permanece en la piel como caricia, aunque nadie más que uno mismo lo note.
4. 

   ztl883bedyWelty – 2022-06-06:

   4 out of 5

   Comenzaré por decir que me haría ilusión volver a tenerlo 🙂 Es cálido, femenino y diferente de muchos que abundan en el mercado actual. Su botella, que desapareció en una de esas limpiezas enérgicas jejeje… es digna de coleccionar, sobretodo por su singular tapón.
   Su aroma es flori-frutal “caramelizado” al estilo de los 90. Su potente ámbar dulzón junto a la vainilla, sándalo y benjuí le dan el carácter “oriental”, de buena proyección (aunque no intrusiva) y excelente persistencia que, apoyan y embellecen las notas florales especialmente. De las frutas destacan de manera chispeante y alegre: durazno/melocotón y -en menor medida- piña no muy ácida. Siempre que lo usaba me sentía preciosa, sensual y más MUJER (cosa relevante, considerando que por entonces era una adolescente jejeje) y no dejaba de oler donde lo hubiese aplicado… creo que con ésto lo digo todo.
   En fin, es un perfume muy hermoso… en mi opinión, otra obra maestra de Sophia Grojsman. Ojalá no lo hayan reformulado, hace muuuucho que en mi país no se ve por ningún lado :/