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yny441bedyWelty – :
Después de dieciocho años he tenido la oportunidad de volver a probar Fragile. Y hay que ver lo que me ha recordado a Twilly Hermés! Los dos son nardos limpísimos, narcóticos pero muy de día, despojados de dejes “fecales” o pecaminosos. En Twilly el jengibre es más prominente y picante, pero que me corten un dedo si no es una excelente opción para las que se quedaran enganchadas a este bonito y añorado perfume.
chaynik – :
Azuriiita, las botellas a las que te refieres son las que pertenecen al eau de toilette.
A mí me encantaba Fragile. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo olí en la pestaña de una revista y no parar de acercar la nariz.
Fragile era un floral oriental luminoso, radiante, esplendía luz; una fragancia con vocación de ser nuclear pero superando el carácter de los perfumes de la misma familia que lo precedían para adaptarse al nuevo milenio. Era un perfumón adaptado a las nuevas generaciones, a las chicas que podían disfrutaban de los grandes perfumes “señoriales” de los noventa u ochenta pero los encontraban demasiado “densos” o impostados en su persona. Fragile robaba el alma de estas creaciones y abriendo con cítricos y algún destello picante le daba una nueva vida a esta familia de perfumes absolutamente femeninos, sin ningún debate al unisex. Un perfume alegre, femenino, delicado y sofisticado de los que anuncian “aquí estoy” Esa dualidad entre la luz y la seducción era maravillosa porque Fragile no era noche… era día, rayos de sol, pero desde una perspectiva lujosa, sofisticada, la de una mujer que se sabe bella y quiere que el mundo lo sepa. Pero sobre todo Fragile era un nardo limpísimo, un nardo potente que predominaba en las tres fases, aupado por cítricos y flores blancas, amable sin dejar de ser sofisticado, como si le hubieran aplicado alguna especie de extraño photoshop para restarle el deje denso o fecal que lo caracteriza y volverlo luz, un destello, ganas de vivir.
Años después de que lo descatalogaran sigo sin explicarme como obras de arte como esta dejaron de producirse…
El frasco es una preciosidad, con ese toque de humor característico de Gaultier que en otros no sería más que un detalle irrelevante, pero que en la marca es el remate personal a lo que era la esencia de sus perfumes, fragancias que se movían entre la tradición y la vanguardia, entre la ironía y la seriedad, y a fin de cuentas y lo más importante, honestas y sin necesidad de justificar su existencia gracias a su calidad y a su innovación.
devil365 – :
Este Perfume es una obra maestra, es distinguido, bastante intenso, huele diferente a todo, nada comercial, realmente lo AMO, eso sin mencionar su Hermosa botella en ambas versiones.
DenisKMV – :
Ohh, éste perfume creo que fue la obra maestra del gran Jean Paul Gaultier,es más que arrollador: devastador, no es para tímidas, es demasiado seductor, exquisito pero nada discreto, ese aroma embrujado de nardos,canela,ambar y vainilla es enardecedor, y para colmo, el jengibre le aporta un picor delicioso. Es realmente un manjar olfativo. Quién lo uso no podrá olvidarlo nunca.
Aerohopleneritzn – :
Es de los perfumes con más nardo que haya olido. Solía parecerme bueno, para ocasiones “formales” especialmente, con el aditivo de su singular botella; sin embargo, le percibía algo que no terminaba de gustarme… había una combinación de ingredientes que no me agradaba, que le hacía una fragancia “pesada” para mi naríz (¿tal vez el cilantro con el anís estrellado y el ylang?).
Una amiga lo tenía, y decía que al usarlo se sentía como femme fatale jejeje… aunque ella por si misma era bastante coqueta y tenía muchas parejas… así que, no sé que pensar al respecto; imagino que le aportaba cierta sensación de femineidad y seguridad extra 🙂
Ahora creo que está descontinuado, por lo cual felicito a quienes hayan comprado un ejemplar a tiempo y hayan conservado al menos la botella 😀 … pero yo no le echaré de menos.
Nota: Esas botellas que veo en venta online no me inspiran confianza, la que yo conozco es exactamente como la de la foto que registra fragrantica, casi como una bolita decorativa con nieve artificial; que en este caso es como escarcha dorada.