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neornanonscit – :
Siempre me ha gustado esta fragancia.
Cristóbal es uno de esos perfumes condenados a morir nada más nacer por existir en una época equivocada. En un tiempo dominado por los acuáticos/ozónicos de los noventa y en el que ya quedaban algo lejos los florales solares y alicorados de inicios de la década, perfumes como Cristóbal, con una naturaleza indeterminada no encontraron su lugar, más teniendo en cuenta que a la vuelta de la esquina estaban las fórmulas más atrevidas y modernas de los primeros 00.
Cristóbal era una perfume que olía de puta madre, así sin más vueltas. Un dulzor amaderado al estilo de Dolce Vita o Very Valentino. Era un perfume sofisticado y suntuoso, sin embargo había algo en su desarrollo desde el principio que te hacía pensar en una fragancia “velada”, como si el perfume partiera de un estertor anterior y el aroma te llegara acompañado de la brisa que mueve un visillo de seda, una cualidad de luminosidad extrañamente destilada que comparte con perfumes como el citado Very Valentino o el posterior Hot Couture de Givenchy. Cada uno de su padre y de su madre pero con esa esencia de perfumes opulentos a los que se les hubiera ido quitando cuerpo con sucesivas destilaciones.
Cristóbal olía a lujo, a ese lujo que tuvo su máximo apogeo en la década de los noventa y que vuelvo a revivir cuando abro una caja de cristal en la que guardo doscientos o trescientos viales de perfumes desde hace años. Ese olor abstracto de perfumes mezclados es similar al de Cristobal, una marabunta dulce con resabios de madera y con una dulzura a años luz de nada gourmand. Cristóbal era una vainilla luminosa y cero empalagosa, sublimada por una nota graciosa de clavel , con su característico aroma chispeante, la hoja de higuera le daba una pincelada de aspereza cremosa que rebajaba el dulzor hasta que finalmente el patchouli y el sándalo lo volvían sereno, con un algo incluso masculino.
¿Era la octava maravilla? Ni que decir cabe que no, no me entra en la cabeza cómo por el simple hecho de estar descatalogado alcanza precios astronómicos en el estraperlo de fragancias descontinuadas, con el riesgo que tiene un perfume con estas características de estar corrompido. Sin embargo tenía personalidad y sobre todo olía muuuy bien, sólo por eso merece la pena ser probado. Si lo encontrara en un saldillo a buen precio lo compraría sin dudarlo.
Totalmente recomendable a aquellas mujeres que aman perfumes del estilo de los Tresor, Poeme, 5ª Avenida o Champs Elysees, Cristóbal es un hijo evolucionado de los anteriores que conserva la naturaleza lujosa y femenina de perfume de ópera al que le han rebajado la potencia un par de grados para convertirlo en un agradable acompañamiento, no en el protagonista.
SaxSlaliAnott – :
Esta semana encontré una guaca de perfumes en una tienda donde de vez en cuando aparecen fragancias que ya no se ven en ninguna otra parte. Compré dos, y el primero que escogí fue Cristobal. Es un perfume señorial, regio, ¡oro puro! Me lo puse en la noche, y mi esposo dijo que sentía un aroma achocolatado festivo en los hombros, con un toque de cítricos entre los senos. En lo personal, siento además un clavel soberbio y generoso pachulí. Me relación con la familia de orientales especiados empezó con este aroma clásico, fascinante, imponente.