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gry2010 – :
Entre los tesoros de Bofifa se encuentra este Witness que me ha impresionado mucho por su calidad, evolución en la piel y un secado fantastico.
Es una gran fragancia, en la salida es un poco confusa, como si todas las notas quisieran salir juntas, desde la fase media empieza a desplegar todo su potencia y hermosura, con buenísima duración.
Una perla, la miel y los citricos resultan bien perceptibles y crean un ambiente increíblemente calido, verde y amaderado. .
Un caleidoscopio de aromas que regala sensaciones olfativas de nivel absoluto y que te hace entender una vez más la cosas buenas que se crearon en un recién pasado.
Simplemente fantástico, muchas gracias amigo mio.
greg1991 – :
Pese a ser fan de la casa Bogart, reconozco que la primera vez que usé este perfume, no lo entendí.
Quizá no era el día, quizá hacía demasiado calor, no lo sé. Pero se me hizo agobiante, no me gustó nada llevarla. Afortunadamente, me dio por pensar que cabía la posibilidad de que fuera yo quien no estaba de humor para llevarla, y no me desprendí de ella.
Pasado el tiempo, y tras varias pruebas más, he dado un giro de 180º respecto a esta fragancia.
En la salida, parece como si contuviera todas las notas de este bendito mundo, concentradas y agudizadas con un acento de bergamota.
Después, Witness es como si te hubieras pasado el día caminando por el bosque, metiendo la mano en todos y cada uno de los árboles que rezumaran resina y frotando con ella tu cuerpo.
Se huele así durante mucho tiempo, y me doy cuenta de que por ahora esta fragancia es la mejor que he probado nunca del tipo amaderado.
Tiene unos tonos dulzones que dan una impresión muy natural, nada sintética, como de miel silvestre o rama de canela, casi como si fuera un néctar. También detecto una persistente nota ahumada que queda sensacional con el resto del conjunto. A veces, durante su evolución, me llega una especie de nota de barbería, como si hubiera por ahí un almizcle muy refinado y pulcro.
Pese a tratarse de un Bogart, y de una composición robusta, la proyección es más bien moderada, lo que contribuye, imagino, a amplificar la percepción de infinitos matices. Donde sí es potente es en duración: aquí sí que tiene activado el modo bestia.
En fin, una obra altamente evocadora y en mi opinión, extremadamente compleja y lograda. Un tesoro oculto y ya perdido para el mundo de la perfumería.
Nota: 10/10
Gezus – :
Mi primera impresión fue una salida un poco fuerte debido a los aldehidos, con los cítricos no ácidos, el abrótano, la albahaca.
La fase media es más interesante con una destacada nota de canela no punzante con los florales, especialmente el jazmín y el geranio, la miel suave.
Del fondo , un clásico final largo de pachulí, ámbar, sándalo, vainilla y un almizcle suave, pero que no se siente tan genérico ni dulzón como podría pensarse a primera olida.
Las maderas de esta fragancia de comienzos de los noventa las sentí demasiado suaves, pero tiene el encanto (y la fuerza relativa) de las fragancias de comienzos de los 90.
Está descontinuada, pero ahora su uso apuntaría a situaciones más formales, no demasiado elegantes pero si es interesante por el manejo de la canela y los florales. Tiene una calidad que ya la quisieran bastantes fragancias actuales de casas de más renombre. Es de estela moderada, pero sostenida en el tiempo, durando más de doce horas en mí sintiéndose claramente. Pese a la canela y otras especies no la veo exclusivamente para invierno sino que puede aguantar temperaturas más altas por la presencia de florales, notas vegetales y cítricos. Si la encuentran por allí y les gustan las fragancias de comienzos de los 90 como Safari, Salvador Dali, Jazz, esta merece que la consideren.