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KaMaToZ – :
Es un perfume que, al revisar sus notas declaradas, prácticamente se reseña solo. Las 4 notas que lo conforman se perciben con total nitidez.
Su aroma está planteado bajo una confección marcadamente clásica, aunque se trata de una creación muy reciente; sin duda ha de tener una semejanza con su abuelo olfativo, Pour Un Homme, como una especie de lanzamiento conmemorativo, para reactivar comercialmente a su ancestro quizá. Pour Un Homme Parfum comienza con una lavanda muy intensa, que se va suavizando para compartir espacio con la vainilla, no igual de potente, pero sí altamente perceptible y vívida. El ámbar y el almizcle, notándose más el primero que el segundo, sirven de soporte a sus notas acompañantes hasta que éstas se diluyen en un suave fondo jabonoso. La calidad Caron está presente en su composición, es una creación con estructura simple, pero muy refinada y con presencia.
Al usarlo puedo sentir su marcada adultez, que trae a la mente a un caballero fino de antaño, chapado a la antigua, elegante, de muy buen vestir, apacible y de modales cuidados, que envejece con gracia y lo acepta orgulloso, porque entiende que ha logrado alcanzar un nivel de longevidad que la caprichosa existencia no permite a todos. Éste es un caballero con valores, forjado con “La Urbanidad de Carreño” en casa y en aulas de clase, de ésos que socialmente se añoran con frecuencia y se usan como referentes para reprender a los jóvenes por su irreverencia y altivez intrínsecas.
Me recuerda a un perfume que conocí en mi niñez: Original de Yardley; por momentos también evoca facetas de Fahrenheit Parfum, aunque mucho más maduro, atalcado y ligeramente turbio, con carácter solemne.
Es para mí una fragancia que pueden ganar terreno en el gusto personal conforme más se usa, porque es lo que he experimentado con ella. Me agrada mucho más hoy que hace una semana, cuando la probé por primera vez. Una referencia que con seguridad tendrá el aprecio de los amantes de los aromas del ayer.
Calificación: 9/10