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rtree1979 – :
Como una mujer que cabalga a lomos del Dragón sagrado, oliendo el mundo…
Si en sus orígenes el perfume ( per fumo, a través del humo) era utilizado para la comunicación de los seres humanos con el mundo espiritual, era por algo. El olfato, es respiración, y nada más sagrado para un ser vivo que el aliento que le ata a la existencia. Respirar es nuestra puerta de acceso a lo sutil, lo invisible. Ciertos olores tienen el poder de elevarnos por encima de nuestras preocupaciones y conectarnos con ese misterio, innombrable y atemporal, desdibujando las fronteras de nuestra piel.
Este es el uso que yo le doy al Beso del Dragón, me lo pongo en la tranquilidad de mi casa, y me preparo para ese viaje, que comienza en un lugar muy mundano, con olor a licor y almendras, pero que poco a poco va despegando el vuelo, para llevarme en medio de un bosque verde y húmedo, destilando resinas, que van penetrando en mi torrente sanguíneo como un bálsamo , haciendo que mi corazón se expanda más y más, hasta sentir un gran fuego interior, como si yo y el Dragón fuéramos un mismo ser…
Al final del viaje, cuando el Dragón se ha marchado, queda como recuerdo una huella dulce y suave que mi nariz rastrea pegada a mi piel, el beso amoroso de un ser muy especial…
Alex1072008 – :
Cada vez que veo las míticas secuencias finales de Rita Hayworth en aquella obra maestra de su entonces exmarido Orson Welles “La dama de Shangay” que reproducía un barrio chino digno de portada de pulp magazine, me acuerdo irremediablemente de esta creación de Morillas.
Con aquel papel, el geniecillo de Orson le hacía un regalo de bodas retardado a la impar Rita cargado de veneno, convirtiéndola en una de las harpías más letales jamás urdidas por guionista alguno, que nada tenía que ver por cierto con la leyenda de la actriz. Atrapados en un juego de espejos, ajustan cuentas a tiro limpio, y el reflejo de su rostro impasible ante la muerte caía despedazado entre los cristales, como si destruyera al monstruo que ella misma había creado, originando una de las escenas más icónicas de la Historia del Cine.
Le baiser du dragon es así, un ingenioso juego de cristales en un frasco que encierra un perfume cáustico, delirante, tan poliédrico como su botella, denso, ambiguo y repleto de “resabios” orientales, que dirían algunos por aquí. Una vez más, Cartier propone una joya tremendamente sofisticada que trascenderá por los tiempos venideros.
Para amantes de lo glorioso e imperecedero.
flex-2008 – :
Me acuerdo del día hace quince años en el que pasando páginas de una revista vi la publicidad de El beso del dragón. Me gustó el nombre, tan largo e historiado. También me encantó el frasco, refinado, sobrio, como una de estas chinoiseries que son pulidas por el gusto occidental y arrebatadas del exceso oriental, a lo Armani Privé. Lo que no me gustó ni me disgustó porque no lo probé fue el interior. Durante algunas épocas de mi vida he desconectado totalmente de los perfumes. Supongo que cuando por fin me picó el gusanillo de nuevo busqué en mi biblioteca mental aquellas fragancias que quería catar, y sorpresa, este ya estaba descatalogado. Fue uno de esos perfumes que duran lo que un bote de Monster en la puerta de un colegio. Durante años he pensado en él. Pasaban las modas y me acordaba de esta sugerente fragancia. Lo tenía mitificado. Ahora que por fin lo he probado puedo decir que no sólo no me ha decepcionado, como si han hecho algunos descatalogados legendarios, sino que me ha flipado.
El beso del dragón es un perfume ultra dulce, sin embargo no hay en él ni rastro de dulzor sarroso, torrefactoso, requemado, infantil o gourmand. Es de un dulzor ahumado, alicorado y maduro, un dulzor con regusto a piel humana y madrigueras a resguardo del mundo, un dulzor ambrosíaco y con todas las papeletas para dejarte con un escalofrío que sube por tus riñones dada su naturaleza ultrasensual. Tiene tres fases bien evidentes, a cada cual más bonita y evocadora.
Al primer spray se siente una machetazo de vapor alcohólico, podría ser el aliento de un alcoholizado y guapo efebo, como un coñac de primera recién decantado, sólo que aquí no hay coñac, sino amaretto con su característico aroma de almendra humeante.
Al poco muta en la que es mi fase favorita, almendras amaderadas en toda su gloria, son secas y al mismo tiempo tienen un preciosísimo tono acre con cierta humedad gracias al vetiver. Más que al fruto en sí huelen a la almendra completa, con su cáscara seca y polvorienta e incluso algún pellejo aterciopelado ya retorcido por el tiempo. Adoro cuando las notas que detesto (vetiver) potencian el resto y no se lucen solas, eso es justo lo que pasa aquí, el vetiver pierde todos sus matices crudos, fetales y aromáticos y lo que consigue es darle a la almendra y al amaretto un regusto húmedo, de un verdor amarronado, una paleta de colores tierra que es un belleza . En este momento el perfume me parece que coquetea con lo chipre por su composición seca/húmeda, y la verdad es que me vuelve loco. Se me olvidaba decir que un toque balsámico y con regusto a Reflex de patchouli, almendra y benjuí hila la composición.
Al llegar el secado entra en escena la nota que siempre pongo en cuarentena, el chocolate. ¿Cómo puede ser que me tire como un loco a comer cualquier cosa que lleve chocolate y luego no pueda ni olerlo en un perfume? Me revuelve las tripas como pocas notas lo consiguen, pero en este caso navega tan bajo y resulta tan refrescante que ni caigo en él, al contrario que me sucede con Kokoriko, perfume que me fascina al primer disparo para aborrecerlo cuando el cacao se adueña de la composición y más bien pareciera que te has tirado por encima un vaso de Nesquick. El cacao de El beso del dragón es frío y maduro, con recuerdo al tacto de gamuza y cabritilla, un cacao despojado de todo lo dulce, un cacao casi madera que más bien pareciera piel humana.
Como corresponde a su época de lanzamiento, El beso del dragón no es ningún powerhouse ni una bomba radioactiva. Los perfumes a principios de siglo era suaves y revoltosos, no tenían gran sillage, pero no paraban de moverse durante horas en un juego muy divertido de ahora estoy, ahora no estoy. El beso del dragón pertenece a esa raza, está pegado a la piel como corresponde a su espíritu sensual, pero con una longevidad excelente. Tampoco lo he encontrado ni masculino ni femenino, más bien parece una fragancia esperando que cualquiera, sea hombre o mujer, se enamore de ella y la haga suya, que es junto lo que me ha pasado a mí.
Por último decir que más que Alberto Morillas pareciera que lo hubiera parido mi admirado Jacques Cavallier o incluso Annick Menardo. Después de catarlo y enamorado como estoy de Declaration d’ un Soir Intense y considerando dos perfumes bien interesantes a L’Envol y La Panthere, Cartier se me revela como una de las pocas casas de diseñador que no han sucumbido a la moda de vender ambientadores en frascos resultones. Cartier hace lo que todos hacían hace veinte años, Saint Laurent o Dior incluidos, perfumes de lujo. O de lo que antes se entendía como lujo. Algo que huele a caro.
Artem1996 – :
LE BAISER DU DRAGON:
Lo compré a ciegas en mi perfumería de siempre, lo cual fue un poco arriesgado. Es una fragancia cautivante, y a mi parecer, un gusto adquirido. Me desconcierta porque está muy alejada de las principales tendencias (frutchouli, flores blancas, etc.) y tiene un sello vintage. Entre sus notas puedo percibir mejor el chocolate y la madera.
No se me ocurre para que ocasión lo podré usar, pero lo veo de uso más nocturno. No me imagino aplicándomelo en las mañanas. Me transmite la sensación de ser como una pócima, en un tono algo oscuro, y a la vez calidad y distinción.
Saludos desde Chile!
tarzan123 – :
Le Baiser Du Dragon bien podría ser un perfume sacado de la sangre de un dragón, pero un dragón nada amistoso y parlanchín, sino un dargón de cualidades oscuras, tenebrosas, bien maléfico y aferrado a gustos mortales…
Una salida casi casi como una leña en toda regla en la cara, de alcohol, que más que beso es como su aliento áspero y peligroso…
Segundos más tarde una almendra bañada en licor con un vetiver oscurísimo manchado de chocolate te dice que el dragón te invita a cenar…si es que le has gustado…a la primera de turno me ha dejado mi camisa blanca como un cristo…
Si sientes que sus garras son caricias las resinas y el ámbar te harán sentirte desnuda y acogida ardientemente por su lomo siempre escamoso, pero al mismo tiempo seguro y muy sexual.
Vaya perfume que sacó Cartier, este perfume queda declarado que tiene algo más que intenciones, algo más que seducción, algo más que misterio…La magia de una noche azul con antorchas a tu alrededor mientras tus pasos te dirigen a un altar donde te sacrificas por este Dragón están conseguidas…Es olerlo y cerrar los ojos…Me recuerda a doncellas puras que dejan de serlo…
prekTinkdrark – :
Le Baiser Du Dragon no sabes cuantas contradicciones me has generado, he pasado un año decidiendo si comprarte a ciegas o olvidarme de ti por el miedo a que fueras un dragón feroz al que no supiese domar pero finalmente te tengo y me has vuelto loca. Una obra de arte hecha perfume, ardiente, salvaje, sexual, contradictorio, atrevido, exuberante, exquisito, oscuro. Un perfume elegante pero a la vez crea controversia, descoloca. Cálido hasta rozar lo ardiente. Sexual y salvaje, siempre en contra del sistema.
Este perfume me ha abrigado el alma en este frío diciembre, en mi se percibe como una aroma muy dulzón, mucho más de los que esperaba después de leer las reseñas, como un bombón de chocolate oscuro relleno de licor y cobertura de almendras caramelizadas, con un deje final medicinal debido al pachuli y orientalizado por el vetiver, el benjuí y el ámbar. Es cremoso y delicioso y no tan avasallador como creía aunque si potente y duradero sin duda. Me recuerda mucho a Smiley de Jeanne Arthes aunque esta última sería la versión de verano y Le Baiser Du Dragon encaja mejor en climas fríos pero el eje aromático me parece similar.
Es un perfume para una mujer de armas tomar, que no se deje llevar por modas, con una personalidad muy asentada y fuerte, atrayente, segura, independiente, nada manipulable, indómita, impredecible, justa con ideales revolucionarios, activa sexualmente y consciente de todo esto último. Si bien podría ser unisex pero como han dicho anteriormente de carácter andrógino bien marcado pues este perfume en mi es realmente dulce pero un dulzor muy bien medido y equilibrado. Un perfume hecho para ser llevado por una personalidad muy característica.
Parecerá un cliché y predecible pero creo que sería el perfume ideal para el personaje de Daenerys Targaryen por todo lo anteriormente dicho y por ser madre de dragones.
tarasooon – :
Le Baiser du Dragon es un perfume que rompe reglas, que divide opiniones, que está lleno de contradicciones, que tiene una personalidad muy distintiva, un oriental en toda regla y es éste conjunto lo que lo hace tan especial. Este perfume es cálido, envolvente, fuerte y bastante sexual, su publicidad le va como anillo al dedo, me evoca exactamente a una mujer que acaba de tener horas de desenfrenada pasión, se pone de pie desnuda y sólo se tapa con la camisa de su pareja, sin llevar nada más debajo que su piel y su cuerpo aún temblando de placer. Le Baiser du Dragon es un poderoso afrodisíaco para mi olfato, en su salida me invade un estupendo vetiver que parece bañado en licor y que está espolvoreado con rayadura de almendras, a los minutos hacen su entrada triunfal el benjuí, el ámbar, el cedro y el almizcle que le regalan esa sensación de calidez a la fragancia y a tu piel, ya al final de la pasarela puedo disfrutar de un elegante chocolate oscuro algo amargo y pétalos de flores blancas. Le Baiser du Dragon es bastante unisex, tiene un carácter andrógino muy marcado, no es un perfume que te evoca femineidad y suavidad, en lo absoluto, éste es el perfume de una mujer consciente de su sexualidad, de su atractivo y de su poderío, con una presencia avasalladora. Mi mente da vueltas a mil por hora intentando recordar un perfume que guarde parecido con ésta belleza, pero no, no hay ninguno. Hay perfumes que son tan bellos que se convierten en atemporales, para mi Le Baiser du Dragon es atemporal, es una verdadera pena que haya sido descontinuada una obra de características tan únicas sólo porque la mayoría del público no la pudo descifrar, los cuadros de Picasso no fueron comprendidos y valorados por muchos en su momento, pero hoy todo mundo tiene claro la belleza de éstas pinturas, ojalá le hubieran dado esa oportunidad hasta éste precioso dragón de alas doradas y espíritu indomable.
kapley – :
Bendita esencia de la gran casa Cartier, divina belleza que le hace honor a tan acertado nombre. Una de las mejores fragancias de esta marca que exalta la grandeza del venerado dragón y con un beso lo dice todo. Elegancia, sofisticación y pureza bien estructurada en un frasco sumamente bello, y es una de mis más amadas esencias que adoro y cuido mucho.
1036 – :
Maravilla de la perfumería. Fuerte, áspero, cálido y ardiente. Todo eso es Le Baiser Du Dragon.
Es un perfume oscuro y con cierto punto sexual. Ese momento en el que pegas la nariz a la piel de un amante e inhalas…eso es Le Baiser Du Dragon.
Al inicio puede abrumar un poco si no estas acostumbrada a este tipo de perfumes pero espera un poco mas y empezarás a oler algo “caliente”. Nunca habia olido un perfume que me diera la sensación de calor y este lo hace. El secado se va haciendo mas cálido conforme pasa el tiempo pero sin abandonar cierta aspereza que forma parte del encanto de este perfume.
Buena estela y longevidad. Una joya oriental de la que se disfruta sobretodo en tiempo frío. Lo adoro y lo seguiré comprando mientras pueda.
VANECA – :
Cada perfumista tiene su oriente. Le Baiser du Dragon era el de Cartier. Un Oriente ancestral y a la vez moderno, lleno de contradicciones: salir de un rascacielos ultramoderno en Shangai y meterse en la destartalada tienda de un herborista tradicional. Una fragancia barroca y a la vez minimalista, sensual y no abiertamente sexualizada, dulce y amarga, seca y a la vez licorosa.
Le Baiser de Dragon era algo complicado. No se parecía a ninguna cosa que hubiera olido antes (o después). No era el típico oriental exuberante, nada sutil y brutalista del tipo Opium o Poison. No era demasiado evidente. No era algo que gustase de entrada: tenía esa nota almendrada amarga peculiar que también tenía Gloria y que pareció estar brevemente en boga a principios del milenio. Ardiente, seco, dulce, amargo, casi medicinal, se podía pensar que el beso de un dragón era evidentemente así. Le Baiser du Dragon tenía un montón de notas gourmand, pero era humeante y con un punto acre como una decocción de hierbas chinas, tenía cuerpo pero no era un cuerpo pesado, sino flotante, fluyente, como un dragón. Serio y reservado, aunque con un punto travieso, transmitía una impresión de lujo austero. Al igual que otros perfumes Cartier era totalmente coherente con los valores de la casa y la imagen que buscaba transmitir. Le Baiser du Dragon era cálido y su portador se podía envolver en él como en un manto negro y crujiente de seda bordada con motivos chinos. La duración y el sillage eran excelentes.
Fue tontamente descontinuado. No sé si se debió a las bajas ventas o a que contenía un ingrediente -un tipo de almizcle sintético- que a poco se descubrió podía ser nocivo para la salud, y se paró la producción. Fue esa época en que la tristemente célebre IFRA ya empezaba a dar la vara sobre la supuesta peligrosidad para la salud de ciertos componentes.
barevik – :
Le Baiser Du Dragon (Por su traducción: “El beso del dragón”) es una fragancia tan bien construida y tan coherente que bien alcanza las barreras de la suntuosidad. Es -En mi opinión- inherentemente la mejor fragancia dentro del repertorio de fragancias de Cartier.
LBDD (Para abreviar) es una fragancia que corrobora la consistencia del desarrollo conceptual en conjunto con el logro aromático correspondido.
Es una fragancia ardiente, flamante, cuenta con la sensualidad de Gloria de Cacharel, la armonía y belleza conceptual de Fantasy de Britney Spears (Ambas basadas en ángulos divergentes de mundos mágicos, estando LBDD, basado en dragones, princesas y príncipes guerreros) y su propia personalidad audaz y embriagante.
Le Baiser Du Dragon comienza inmediatamente con amaretto conjugado por almendras amargas, contando con una base alicorada, almendrada, oscura, sulfurosa y ahumada; los pretendidos murmullos de la gardenia y el nerolí no fueron percibidos por mi persona.
Rápidamente, la persistente presencia de la salida transcurre fugazmente por una transición floral mínimamente atalcada, además de extremadamente cálida donde destaca fundamentalmente el iris (Aunque con mucho recelo).
Finalmente, ya en la base evolucionan los mínimos tactos gourmand del chocolate y el caramelo, los cuales son abruptamente eclipsados por el dejo balsámico y agridulce del ámbar y el pachulí (Ambos terriblemente espesos y penetrantes).
De manera escandalosa (Casi grosera), se revela una última nota de vetiver que “arrastra” los resbaladizos residuos del secado previo, lo que concluirá con una efervescencia transgresora y ardiente (La particular mezcla de vetiver con restos de amaretto es esencialmente perniciosa en mi entendimiento).
Le Baiser Du Dragon es sencillamente violenta, una fragancia digna de ser considerada una auténtica diva dragoniana, un beso catatónico y rebuscado -En absoluto sobrio o austero-, aunque sumamente satisfactorio. Desde visiones generales, consta de ciertos dejos agridulces que pueden recordar mínimamente al aroma de un tiramisu quemado (Aunque no tan “apastelado”), incluso rondando con cierto tono a ceniza. Como bien se ha mencionado en una reseña que me precede, Le Baiser Du Dragon parece “humear”, aunque yo complementaria diciendo que los ingredientes flamean y es que no son estáticos, son indudablemente vibrantes, chocan entre sí sucesivamente hasta volverse burda ceniza.
¿Alguna vez se han detenido a observar el fuego arder? Pues Le Baiser Du Dragon cuenta con un carácter fascinante de corte similar. La fragancia “brilla” de belleza y elegancia.
Como bien se ha comentado en el foro en inglés, esta fragancia es penetrante, no más, es terriblemente potente es proporciones descuidadas, sin mencionar, que su permanencia -Al menos en mi experiencia- es sumamente extensa, jactándose de una maravillosa vitalidad, donde la estela decae a baja velocidad, siendo su efusivo desarrollo notable con gran nitidez en su casi totalidad.
No considero que sea una fragancia para bañarse en ella, y mucho menos, no considero que este diseñada para ser usada en cualquier ocasión, no obstante, su cuestionable versatilidad no resta belleza a esta magnífica obra.
Finalmente, un comentario en un blog de reseñas de fragancias (Cuyo nombre no recuerdo) afirmaba que esta sería la fragancia perfecta para Goku de Dragon Ball Z, yo estoy absolutamente de acuerdo (Con esto entiéndase de que La Baiser Du Dragon es perfectamente unisex).
Mewft989bedyWelty – :
Ahumado y licoroso, unisex y recomendable para climas fríos, huele muy elegante. Me recuerda el aroma de un buen coñac envejecido en maderas de roble.
Mihael546 – :
A juzgar por los votos que tiene este Cartier en la página, se trata de una fragancia que genera opiniones muy divididas. Como siempre, en el hecho de que nos guste o no un perfume tienen mucho (o en realidad todo) qué ver nuestros gustos personales, “química corporal”,el clima y hasta nuestro estado de ánimo, entre otros factores.
Les cuento que este perfume siempre me atrajo aún sin conocer su aroma. Me encantan el nombre y el diseño de la botella. Las notas me intrigaban.
Hace poco encontré Le Baiser du Dragon en una tienda pequeña. Me lo compré en cuanto pude. En la tarjeta de cartón la fragancia resultaba dulce y “humeante”… no se me ocurre otra palabra.
Ya sobre mi piel fue diferente. Lo que se percibe de inmediato es el amaretto. Se trata de un aroma fuerte, dulzón y a la vez un poco amargo… La primera vez casi me hace carraspear. En otra página leí que esta nota de entrada representa el fuego que lanza el dragón por su boca. El aroma a licor permanece más o menos fuerte unos 15 minutos, y poco a poco empiezan a surgir el resto de las notas. Sin que me diera cuenta, el fuego se había casi extinguido (mas no del todo pues el pachulí lo animó un poco hacia el final), dando paso así a la rosa y el iris, el almizcle y sobre todo, el cedro.
En mi caso, el cedro y el vetiver no me parecieron realmente muy masculinos, o será que en mi piel rápidamente surgieron el ámbar, el caramelo y, especialmente, el chocolate. El ámbar y el caramelo son muy ligeros, no empalagosos, y creo que sólo conforman una especie de apoyo para la nota del chocolate, un chocolate cremoso, oscuro, ¡delicioso!
En cuanto a la proyección y longevidad, confieso que esperaba un “monstruo” de fragancia, el dragón que le da su nombre. Pero no. La longevidad es buena, unas 6-7 horas más o menos, en tanto que la estela, al menos en mí, es débil, hay que acercarse a la piel para notar el perfume. Aunque ahora que lo pienso, tiene lógica: es sólo un beso, no una llamarada 🙂
speedyfasterz – :
Este perfume es claramente unisex, sino masculino con un toque dulce.Puedo ver a un hombre usando esto y mujeres revolotear a su alrededor.Es un perfume precioso, a mi me encanta el olor, pero no en una mujer.
El licor y el vetiver es bastante perceptible,puedes notar perfectamente tambien el pachuli, pero soy incapaz de oler rosa o chocolate aqui.El polvo del iris queda muy lejos.
Como he dicho para mi es una fragancia masculina.