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scorpio1984 – :
Jean-Louis Scherrer un perfume precioso que ya forma parte claramente de otra dimensión. Totalmente recomendado para los amantes de los perfumes vintage. Tiene una salida herbal nada recatada, se expresa como se expresban lo perfumes del ayer…Imponente con sus aldheídos y parte floral auténtica, sin tapujos. Recrea desde un jardín poco cuidado y asalvajado a un cenagal lleno de humedad pasando por unas ruinas del norte de Europa un día de lluvia grisáceo. Impresionante la evocación que te brinda de un clima frío, húmedo, con poca luz y mucha vida natural. Una amalgama magistral de facetas habituales en una fragancia de esta época. Si no hubiese sido suficiente su hiperrealismo boscoso barroco a los cinco minutos entra el vetiver matizándolo, dándole cuerpo y postura hasta su final. Este tipo de perfumes tan densos y decididamente verdes sin piedad mostrando tan claramente los tallos verdes pero también sus ramajes oscuros empapados en la muerte que ya denotan cierta tristeza y tenebrosidad muestran a una mujer que no ha de ser un objeto de nadie, ni femme fatale sino protagonista de su propia historia siendo fuerte y audaz.
Primo indiscutible más o menos lejano de Aromatics, Private Collection, Eau du Soir imprima con su sello dejando una estela totalmente umbría y fascinante.
Gracias Remy
charger – :
Perfume rico y extremadamente suntuoso, como ya no los hay. Un chipre lleno de clase, de fuerza, con acentos ligeramente verdosos en la línea de las fragancias de moda en los 70’s. Jean-Louis Scherrer (JLS, en lo sucesivo), produce una impresión de lujo sobrio, racional y austero.
Podría ser la hermana de Givenchy III, la vecina simpática de Chanel Nº 19, la amiga más formal de Magie Noire de Lancôme y la prima más urbana de Private Collection de Estée Lauder.
La nota más prominente en JLS es el jacinto, uno de esos olores que me encantan, pero de los que nunca me acuerdo, con un generoso lecho de musgo y el acento de los aldehídos, indispensables en aquella época en todo perfume femenino elegante. Con un toque ligeramente sucio que parece anticipar fragancias como La Nuit o Ysatis, pero sin llegar al nivel pócima de bruja de Aromatics Elixir o césped recién removido de Aliage Sport.
La mujer JLS podría ser una de esas mujeres superprofesionales de los setenta, vestida con vaqueros y camisa blanca o con un traje sastre, pelo a lo garçon y con un maquillaje sencillo. Le gusta el campo y le gusta hacer footing. Sin embargo, cuando la ocasión lo requiere, esta señora se pone un vestido largo de alta costura, unos pendientes largos de brillantes, unos tacones altos, un pintalabios rojo, y está arrebatadora. Es esa mujer a la que le gusta hacer senderismo, pero también le gusta ir a la ópera, y sabe cómo hacer una y otra cosa en su debido momento y de la mejor manera. Le gusta la naturalidad, pero sabe dar la campanada cuando hace falta. Es elegante, pero sencilla.
Es una pena que no sea más fácil de encontrar, porque este es otro de esos perfumes clásicos no muy conocidos que -de momento al menos- no ha sido masacrado por reformulaciones criminales.
Es extraño lo que cambian los perfumes y las percepciones que la gente (o los diseñadores de las campañas de márketing) tienen de ellos. Hoy se entienden por chypres siropes de vainilla, fruta en almíbar, pachuli y etil maltol en la línea de un Si de Armani o un La Vie Est Belle. A años luz de las pócimas herbales y amaderadas de los sesenta y setenta, que hoy serían impensables (como mucho, en los perfumes de caballero). Creo que con los perfumes pasa un poco lo mismo que con la televisión hoy en día: hace veinte años, en mi país, sólo había dos canales, y por supuesto sólo emitían unas ocho horas al día. Hoy hay cuarenta o cincuenta canales, emiten ininterrumpidamente, y sin embargo, el noventa por ciento es basura pura y dura. Ni qué decir tiene que los dos canales de hace veinte años tenían programas de mucha más calidad y más variados. Con los perfumes es igual, en los ochenta había muchos menos perfumes que ahora, y sin embargo creo que había mucha más calidad y variedad. Hoy hay como diez veces más perfumes que entonces, y sin embargo, casi todo lo que existe es copia de otra cosa, y muy poquito de éso es algo llamado a perdurar y a conquistar el tiempo, los corazones, las narices.
lecqerjo – :
Qué salida aldehídica más verde y astringente! Es como entrar en un frondoso y sombreado bosque en primavera, oyendo discurrir tranquilamente las cristalinas aguas de un rio cercano. Sombra, frescura y tranquilidad. Parece que nada se mueve, sin embargo, en el fondo, resurge la vida, como la salvia recorre el tronco de un árbol, anunciando un nuevo ciclo…
Un clásico ramo de flores nada dulces se van uniendo a este renacimiento. Percibo sobre todo jacintos, nardos y claveles, potentes y amargos, siempre verdes.
La base se compone principalmente de musgo de roble, otorgándole carácter y firmeza, aunque no lo necesite, unido a un terroso vetiver, amaderado y seco, gracias al aporte del cedro. El civet la hace más terrenal aún si cabe y leves matices de vainilla y ámbar tratan de endulzarla, sin conseguirlo…
Un potente y verde chipre a la altura de Cristalle eau de perfum o Chanel 19. Valiente y arriesgada fragancia que va de frente!
Su potencia y estela son dignas de admirar y la duración en mi piel, de unas 8 horas y es un edt! Cómo me gusta encontrarme con estas joyitas!
Podría ser para cualquier época, atemporal y sin estaciones, aunque a mí me apetece usarla más en primavera y verano.
Mejor para el día y para todos los sexos.
Un clásico por descubrir, elegante y profundo, te une a la tierra y a tus orígenes. Una fragancia a probar aunque sólo sea una vez. No es para espíritus débiles, hay que disfrutarla sin miedo. A mí me otorga seguridad, me reconforta y me ancla a la vida… Sublime. Y otro más en mi lista de deseos. Mil gracias Rebecavpf, no hubiera descubierto los chipres verdes sin tu ayuda! Ya si no, te paso la factura jejeje!
AngelRed – :
Jean Louis Scherrer es una eau de toilette maravillosa.
Tiene una salida verde, crujiente, pero poco a poco va dando paso a un aroma más dulce, floral, sin perder el punto fresco y verde en ningún momento.
Para ser Eau de toilette es intensa y hay que tener carácter para usarla.
Un chipre boscoso y musgo de roble endulzado por una vainilla discreta, el vetiver y el cedro le dan un matiz acogedor…
Se detectan notas terrosas y umbrías entre un dulzor nada comestible y un ligero toque de civet lo convierte en un perfume perfectamente sensual.
Estoy de acuerdo en que juega en la línea de un Eau de Soir de Sisley, pero este Jean Louis Scherrer lo percibo más dulcecito, más íntimo.
Tiene mucha potencia, estela y perdurabilidad. Un par de toques y dejas tu aroma por donde pasas.
Lo recomiendo para quienes les gusten los perfumes intensos, verdes y chipres.
Yo lo veo para cualquier estación, si acaso dejando fuera los días más calurosos del verano. Día y noche, según te apetezca…
El frasco me gusta aun en su sencillez.
De mis favoritos!!!