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barseg88 – :
¡Qué preciosidad!
Roger & Gallet tiene como tres fragancias a base de higos, según ya comenté, pero es que todas son preciosas. Y ésta acaso sea la más bonita. Tiene reminiscencias de las aguas verdosas tan de moda en los 70′ y que tanto me gustan, pero también de esos perfumes frutales ecológicos de la segunda mitad de los noventa: es sugestivamente oscura, pero sonriente, con un punto de ironía.
Feuille de Figuer es sombría, intensamente verde, refrescante, como una poza en lo profundo del bosque en un día ardoroso de verano, como una zambullida en la piscina, como un seto de arizónica, como un té verde helado con cítricos y alguna pieza de fruta.
No detecto mucha higuera, que aporta sólo un leve matiz azucarado a esta agua ácida y dinámica. Lo más perceptible es un cedro como de gel de baño caro en plan Badedas, un combo de cítricos energizante, un gálbano intensamente verde, crujiente y travieso, como el beso de un monstruo pícaro, y el leve matiz inciensado del benjuí.
Es lo bastante elegante como para que sientas que no desentonará en ninguna situación, y lo bastante informal como para que quieras usarla a menudo.
Ya podrían aprender más casas de ésta. Las fragancias que saca son en cuanto a calidad y relación-precio indirectamente proporcionales a su ausencia de pretensiones. No hacen demasiados lanzamientos, pero todos son buenos. Sin frascos tontorrones, sin publicidad con famosillas, sin apelar a “gimmicks” olfativos o a ingredientes supuestamente revolucionaros, sino a la tradición perfumística francesa más rancia con aires renovados y de andar por casa. Y el desempeño de la mayoría de ellas, pese a ser aguas de colonia, es bastante bueno.
Desde ya en mi lista de deseos.
Edito: muchas horas después, la fragancia ha evolucionado a una dulzura lactónica y ligeramente pegajosa, muy reminiescente de un verdadero higo y con un ligero toque empolvado. Una fragancia muy bien hecha, con evolución en todas sus fases.