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AlexeyEfimov – :
Lo cierto es que no puedo añadir mucho más a la excelente reseña que se marcó nuestra querida Dame de Noir sobre este perfume, tan solo constatar que, efectivamente, cuando la creó Dana en algún momento de finales de los años treinta, fue concebida como perfume para mujeres y luego rápidamente resituada en el mercado masculino, al comprobar su éxito entre los hombres.
No tengo ni idea de cuándo es el frasco que tengo. Son 230 ml en el interior de una preciosa botella de vidrio que emula una licorera. Una completa gozada.
Bien, al grano. La estructura de Canoe es el helecho clásico: lavanda, haba tonka y musgo de roble. La salida tiene notas chispeantes de limón que, junto a las herbales, propician una sensación fresca y relajante. Durante el secado, aparece el geranio y el cálido envoltorio de la tonka, dulzona y extremadamente atalcada. El aroma es el prototípico “olor a barbería”. Similar, por ejemplo, a Brut o a Pinaud Clubman: te gustará si te gustan estos, y a la inversa.
Tengo suma debilidad por este tipo de propuestas, así que es lógico que Canoe me guste mucho. Su olor verde y polvoso cuenta con una proyección de aura, normal -pero no irrelevante-, y con una muy buena duración. Es fina, muy elegante, tan clásica como los relojes de bolsillo o las plumas estilográficas. Hay que estar un poco en este rollo para usarla.
Canoe no está pensada para ocasiones especiales, sino para desarrollarse en el día a día, para aportar paz en los pequeños rituales matutinos de aseo, para barnizar la vida con esa sensación de que todo está correcto y en orden.
En una sociedad posmoderna, de consumo rápido, de búsqueda insaciable de estímulos y de individualismo salvaje, que aún existan perfumes así es un regalo del cielo para quienes nos tomamos las cosas de otra manera.
Aquafan – :
Reseña basada en una botella de finales de la década de los noventa, igual a la de la foto, que venía en una caja azul metalizada. Recuerdo que me costó muy barata, y sin embargo el líquido ni olía a barato ni rendía como un perfume barato: no debemos de caer en la fácil tentación de despreciar fragancias sólo por la etiqueta, o porque es un perfume de “drugstore”, pues a veces encuentras entre las fragancias populares verdaderas joyas.
¿Es Canoe un perfume femenino o masculino? Cuando se vendía a finales de los noventa la reedición con la que yo me hice, era un perfume para hombre, sin embargo, en algunas obras especializadas sobre la materia, Canoe (el de los años 30) aparece como un perfume de mujer. Hoy, Dana (como lamentablemente otras firmas españolas) es una sombra de lo que fue, pero en los años 20 y 30 era una de las grandes, lanzando clásicos como Tabú (de “parfum de putain” a ilustre madre de fragancias como Youth-Dew, Opium o Jean-Paul Gaultier Classique) o Emir , que llegaron a rivalizar con Chanel y Lanvin. Y tengo la impresión de que, paradójicamente, aquellas décadas eran más atrevidas e innovadoras (sobre todo, más arriesgadas) en lo que se refiere a la producción de perfumes. Mujeres que se atrevían con notas hoy consideradas como masculinas, como el helecho (el único perfume femenino de este tipo que, a día de hoy, se sigue vendiendo es un Maja fuertemente reformulado), o incluso con olores que no existían en la naturaleza (Chanel Nº 5 y sus epígonos).
Canoe es un perfume dulce, innegablemente dulce, y en este sentido es femenino, pero la suya es una dulzura fuerte y deportiva, nada melindrosa: me recuerda, en este sentido, a Brut Fabergé, que parece casi un nieto suyo. Dulce también al estilo de colonias como Old Spice o Tabac. De una dulzura clásica y sencilla, muy vieja escuela, pero a la vez, audaz: está a años luz de los perfumes que se hacen hoy en día. Creo que la publicidad, con la chica espiando al marinero descamisado a través de los prismáticos (¿establecemos aquí una conexión con Le Male de Jean-Paul Gaultier..?) apunta a esa dirección. Algo atrevido, pero no abiertamente sexualizado y que queda algo ambiguo (¿es este un perfume de mujer, de hombre, de hombre para que lo “robe” la mujer, de mujer para que el hombre atrevido y sin complejos lo coja y lo use..?).
Canoe abre con una lavanda alimonada muy del estilo de un after-shave clásico, muy en la línea de un Ice Blue Acqua Velva que sugiere algo frío. Rápidamente nos saluda un combo de geranio-clavel muy rojo y especiado -podría ser el padre de Brut y el abuelo de Le Male-, fuertemente reminiscente de una rosa, que atempera de modo interesante la frialdad de la apertura y se cierra aún más cálidamente, pero sin llegar a ser un perfume “caliente” con una vainilla muy cumarínica, un poquito empolvada, muy envuelta en tonca, que es dulce sin duda, pero que está en su faceta menos dulce. No es una dulzura tipo flan o pastel, si entienden lo que les digo, no hace pensar en nada comestible, sino una dulzura balsámica, de especias, de linimentos, de licores. El sillage y sobre todo la duración eran muy buenos.
El mar, y todo lo relacionado con el mar siempre ha ejercicio una suerte de fascinación peculiar en las gentes, sobre todo, en las de tierra adentro como una servidora. Los barcos, la navegación…todo éso lo percibimos como algo extraño y totalmente ajeno, pero a la vez, misterioso y potente. Quizá sea una mera sugestión causada por el nombre, pero Canoe (a pesar de su olor boscoso y terreno) a mí me hacía pensar vagamente en barcos y en viajes, en navegantes, ya sean el Chanquete de Verano Azul o Long John Silver, ya sean Phileas Fogg o el Capitán Nemo de 20.000 leguas de viaje submarino. En la Nao de Filipinas, cargada de misteriosas especias, de mantones de Manila, de biombos chinos, que recalaba en México, donde recibía nuevos cargamentos de chocolate, de tabaco, de vainilla…incluso de alguna enigmática pieza de cerámica indígena, o alguna exótica antigüedad azteca o maya, y reemprendía de nuevo el viaje para desembarcar en Sevilla o Cádiz (creo que el perfume Namban, de Arquiste, parte de esa misma idea). En los marineros oliendo a brea, a salitre y a especias caminando por las calles, el pescadito frito y los guisos deliciosos del sur, el ron, el vino oloroso, el rasgeo de una guitarra o la música de un acordeón. En un viejo faro, en algún fortín o cabo entre los pinos y el mar, y en el farero que en él vivía, su risa blanca y fuerte como la de un hombre joven, su piel curtida, por la brisa marina… Gente humilde, pero educada, muy fuerte, muy humana…
Si tienen la oportunidad de probar Canoe, háganlo.
goodmen – :
Me parece una fragancia clásica y única, nunca he olido ninguna parecida, las notas que más se aprecian son las florales seguidas de haba tonka, vainilla y almizcle. La duración media es de unas 7/8 horas y la estela es moderada.Recomendada para hombres a partir de 30 años.