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AnneveOvedE – :
Songes es una fragancia muy sencilla pero con un sello indiscutible de Annick G dándole un tono vintage. Me evoca esos días de piscina o playa que aún estando a la sombra notas el calor sobre el cuerpo bien bronceado y entras en la somnolencia de la siesta…
En su salida casi puedo detectar todos los componentes que lleva. Un jazmín aplacado, suave pero insistente que mezcla un frangipani delicioso, auténtico y logrado. Creo que por el ylang más que por la vainilla tiene un tono dulce que tiende a almibarado, que me cambia el concepto de esta casa donde las flores siempre habían imperado de forma más inglesa, más ajardinada. Aquí es más un trópico de bastante calor y luz, que para usarlo en verano parece complicado porque es inicialmente potente pero al suavizarse lo usaría con gusto. Una fragancia elegante, discreta pero con sello indiscutible y de calidad se presenta a mi concurso de florales veraniegas, que aunque para otros resultaría imposible porque no es precisamente ligera, a mí me encanta pensar que para el verano puede haber un perfume que tenga su peso, que confiera identidad y carácter. Una tropical para una señorita inteligente y mesurada. Difícil ya de encontrar ya veremos por donde anda cuando algún día me decida a tenerla.
yba325speagoessenda – :
Para mí es uno de los mejores florales de Annick Goutal. El primer día que lo probé en una perfumería me decepcionó su longevidad: 2 horas en mi piel. Sin embargo, la segunda vez fue mucho más duradero (6 horas). No sé por qué se comportó de manera diferente esa vez. Quizás quería que me lo llevara a casa 😉 y así lo hice. De todas maneras lo habría comprado igual, porque ya el primer día me había fascinado su aroma romántico, nostálgico y tierno, y estaba dispuesta a hacer esa excepción que hago por muy pocos perfumes cuando sé que al aplicármelos no me acompañarán por mucho tiempo.
Es cálido y cremoso, en principio muy inocente, dulce y delicado, pero también tiene un toque sensual y misterioso que lo hace muy atractivo. Después de la dulzura exuberante de su inicio, una mezcla perfecta, dulce, cálida, solar y embriagadora (casi hasta el punto de resultar algo alcohólica) de ylang-ylang, tiaré y frangipani te hace adentrarte en un paraíso tropical (una vez más una idealización de alguien que nunca estuvo en los trópicos…). A continuación, las notas florales se mezclan con tenues acordes terrosos y acuáticos que recuerdan a la tierra húmeda después de una tormenta de verano, para acabar con un acorde de vainilla que curiosamente me parece algo tostada y amaderada.
Supongo que se podría considerar que es más recomendable para tiempo frío. Quizás las intensas notas florales y la vainilla predominantes sean demasiado empalagosas para el verano, aunque a mí me encanta usarla siempre, variando la cantidad según el clima. Es tierna pero exuberante, apasionada y animal pero también inocente. Tan compleja como fascinante.